¿Qué pensaríamos si cada día se estrellase un avión con 150 personas en nuestro país? Sería una catástrofe… pues eso es lo que mata diariamente el tabaco en España: a 150 personas…
El Tabaquismo es un grave problema de Salud Pública. Es una enfermedad crónica de inicio precoz, muy difundida y aceptada socialmente, evitable y que también afecta a los no fumadores. Es una drogadicción de elevada prevalencia que afecta al 33% de la población mundial.
Cada año fallecen siete millones de personas en el mundo por enfermedades derivadas de su consumo, 55.000 sólo en España. El tabaquismo pasivo mata a 3.200 personas al año en nuestro país. Su consumo produce más muertes que las drogas, el Sida o los accidentes de tráfico.
Respecto a sus componentes, podemos hablar del “retrato robot de un asesino”. Contiene más de 4.700 sustancias tóxicas perjudiciales, 200 de ellas son venenos y más de 50 producen cáncer. La droga que genera la adicción es la nicotina. También contiene monóxido de carbono que produce patología cardiovascular, alquitrán, que provoca cáncer, y elementos oxidantes. Además tiene acetona, metano, formaldehido, naftalina, ácido acético, benceno y arsénico, entre otras sustancias.
La adicción a la nicotina llega a ser del 80%. Este porcentaje es mucho mayor que los originados por la heroína (20%), la cocaína (30%) o el hachís (10%). Nuestro cerebro cuenta con unos receptores donde se fija la nicotina que ingerimos al fumar. La unión de la nicotina al receptor estimula la liberación de una hormona, la dopamina, que produce sensación de placer y calma. Al dejar de fumar disminuyen los niveles de esta hormona y aparecen los síntomas de abstinencia: irritabilidad, estrés y nerviosismo. Las personas que fuman sienten la necesidad de consumir nicotina para recobrar la calma y el placer. La adicción no se produce con el primer cigarrillo sino que aparece con el consumo repetido.
¿Cuándo hay que dejar de fumar? SIEMPRE. A las ocho horas del último cigarrillo los niveles de oxígeno en sangre vuelven a sus valores normales y el monóxido de carbono ha sido eliminado. A los dos días ya no hay nicotina en nuestro organismo y recuperamos el gusto y el olfato. Entre los 3-9 meses mejora la circulación sanguínea, respiratoria y la tos. Al año, el riesgo de tener un ataque cardiaco se reduce a la mitad en comparación a un fumador. A los 10 años el riesgo de cáncer de pulmón es la mitad respecto a un fumador y a los 15 años la posibilidad de un ataque cardiaco es igual al de una persona que no ha fumado nunca. Dejar de fumar depende del grado de dependencia de cada uno y de la propia motivación.
En tu centro de salud los profesionales sanitarios te podemos asesorar y ayudar. Hoy es el primer día para comenzar la carrera de dejar de fumar.
Lorena López Castañón
Enfermera de Atención Primaria del Servicio Madrileño de
Salud. Máster en Investigación Cuidados en Salud (UCM)
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