La sal es una sustancia altamente adictiva pero necesaria ya que sin ella no podemos vivir. Es el único alimento mineral que requerimos, pero rebasar la línea de la necesaria origina problemas como la hipertensión

La hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares (ictus e infarto agudo de miocardio) son los principales problemas de salud de los países desarrollados. Estas enfermedades están relacionadas con la alimentación inadecuada, la falta de ejercicio físico, el sedentarismo y la obesidad. La hipertensión arterial es una enfermedad que padece una de cada tres personas en nuestro país.

Una de sus principales causas es el consumo excesivo de sal. En España consumimos una media de 9,7 gramos por persona y día, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los 6 gramos.

La mayor parte de la sal que tomamos la contienen los alimentos procesados llamados “alimentos con SAL OCULTA”. Entre ellos están incluidos los embutidos, fiambres de pavo y jamón de york, salami, mortadela, los quesos (cuanto más curados más cantidad de sal), conservas tanto de lata como en tarro, salsas preparadas, aceitunas, cubitos de caldo, sopas de sobre, galletas y cereales, pan tostado, colines y picos, comidas precocinadas, pescados y verduras congeladas, todo tipo de bollería, panes de leche, pan de molde y biscotes… Por ejemplo, 100 gramos de jamón de york contienen 1,8 gramos de sal. Es más saludable evitar este tipo de alimentos y utilizar sólo un poco de sal a la hora de cocinar.

Para medirla podemos usar una cucharadita de café, que enrasada son 5 gramos de sal. Como sustitutos de la sal podemos condimentar la comida con hierbas como tomillo, orégano, o con ajo, limón, pimienta, curry, pimentón, vinagre y aceite de oliva. Es importante leer las etiquetas de los alimentos Y no confundir la dieta hiposódica o baja en sal con la comida light. Una buena estrategia para disminuir su consumo es quitar el salero de la mesa.

El 5% de las defunciones por enfermedades cardiovasculares están provocadas directamente por la tensión arterial elevada. El uso excesivo de sal es una de las formas más sencillas de reducir las cifras de tensión arterial, enfermedades coronarias y cerebrovasculares. Con la adquisición de hábitos saludables, evitaríamos cada año 20.000 ictus y 30.000 eventos cardiacos.

Lorena López Castañón
Enfermera de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud. Máster en Investigación Cuidados en Salud (UCM)