El desayuno es la comida más importante del día. Un desayuno saludable nos aporta los nutrientes imprescindibles y adecuados para comenzar la jornada con energía física y mental.

El mal hábito de no desayunar, muy frecuente en jóvenes y adolescentes que se encuentran en plena etapa de crecimiento, puede producir malnutrición y déficits y/o retrasos en el desarrollo tanto físico como mental. No desayunar es, en muchos casos, el inicio de problemas graves y frecuentes, como trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia), influidos además por la publicidad y los modelos de belleza erróneos que frecuentan nuestra sociedad.
Nuestro desayuno, para ser completo y saludable, debe contener cereales, preferentemente integrales y sin azúcares, como copos de avena y tostadas de trigo, frutas frescas, frutos rojos, verduras como tomate en las tostadas, aguacates, bebidas vegetales, productos lácteos, solos o mezclados con frutas, para preparar un riquísimo batido natural. También podemos incluir huevos y grasas saludables, como aceite de oliva y frutos secos, ricos en omega 3, calcio y antioxidantes naturales del colesterol. Los cacaos solubles disminuyen la absorción del calcio, por tanto es recomendable que los niños tomen la leche sola y entera.

Desayunar es un hábito muy saludable, si eliminamos el desayuno de la dieta aumentaremos nuestro riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.

¡Primero desayuna, y luego cómete el día!

Lorena López Castañón
Enfermera de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud. Máster en Investigación Cuidados en Salud (UCM)