Recomendaciones
Sigue una alimentación variada y equilibrada
Incluye frutas, verduras, pescado, aceite de oliva y carnes magras. Evita los alimentos procesados y disminuye el consumo de sal y azúcares. Procura no tomar bebidas alcohólicas destiladas. Y acostúmbrate a leer el etiquetado de los alimentos.
Realiza 30 minutos diarios de actividad física moderada
Elige el ejercicio físico que mejor se adapte a tus características y procura incluirlo como hábito diario. No es necesario que sea intenso. Basta con caminar, correr, bailar…
Evita el consumo de tabaco
El tabaco es la primera causa de mortalidad evitable en España. Su consumo aumenta el riesgo de muerte prematura por diferentes enfermedades: cáncer, infarto, ictus… Dejar el tabaco es bueno a cualquier edad.
Controla tu peso
El sobrepeso y la obesidad son una acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud. La mejor forma de vigilarla es a través del cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC).
Vigila la grasa acumulada en el abdomen
Se trata de uno de los grandes peligros para nuestra salud cardiovascular. Puedes comprobarlo midiendo tu perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe estar por debajo de 88 cm y en los hombres por debajo de 102 cm.
Mantén una buena hidratación
Es importante ingerir líquidos a lo largo del día, especialmente agua. Nuestro cuerpo cuenta con un sistema de alerta que nos avisa de cuándo debemos beber: se llama sed. Limita la ingesta de refrescos y otros líquidos azucarados.
Procura dormir bien y suficiente
Durante el sueño suspendemos la actividad consciente y el movimiento voluntario. Además del descanso físico, favorece el desarrollo del sistema nervioso. Es recomendable dormir más de 7 horas al día.
Evita (o limita) el stress
El estrés es una reacción fisiológica de nuestro cuerpo ante una situación que se percibe como amenaza. Cuando es intenso o se alarga en el tiempo, tiene efectos tanto sobre nuestra salud física como sobre la mental.
Mantén tu mente ocupada y plantéate objetivos
Dedica tiempo a hacer cosas que te gusten. Es importante salir de nuestra zona de confort y plantearnos pequeños retos, que nos ayudarán a activar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente.
Utiliza las escaleras en lugar del ascensor
Es importante incorporar pequeñas acciones que nos ayuden a mantenernos activos en un entorno cada vez más mecanizado. Cualquier excusa es buena para andar un poco, como bajarte del autobús una parada antes de tu destino.